El origen de «El origen del mal»
Siempre me ha obsesionado escribir sobre sucesos del pasado que influyen en nuestro presente. Esta novela nace de esa obsesión, pero toma forma cuando encuentro la historia ideal en que inspirarme: espías franquistas del Norte de África. Cuando llegó a mis manos la biografía del militar Víctor Martínez-Simancas, verdadero espía, miembro de la inteligencia española del franquismo y mi principal fuente de inspiración, comprendí que algunos acontecimientos allí narrados podían tener una repercusión muy clara en el presente, no solo español sino mundial: el terrorismo islámico, el supuesto enfrentamiento entre dos culturas o dos formas de ver el mundo, los fanatismos… y la venganza. Temas que, a su modo, comenzaron a gestarse en ese inquieto período de posguerra de mi protagonista, Ángel Carvajal, y su amigo Elías Roca.
Pero la historia que narra Carvajal en su manuscrito es leída en el presente por otro personaje: un escritor anónimo que, obsesionado con lo que lee, empieza a creer que la vida de Carvajal contiene las claves de un misterio muy actual. De este modo, en “El origen del mal” pude, por fin, tender un puente entre pasado y presente tal como deseaba y de la única forma en que nos es dado tenderlo a los seres humanos: con la escritura. Con los libros.
José Carlos Somoza